Oración por el 8GC

Padre Santo, te agradecemos
por habernos llamado a compartir
la misma misión de Jesús, tu Hijo,
nuestro Buen Pastor,
y te bendecimos por la obra

de tu Espíritu Santo
que nos hace cada vez más semejantes a Él.

 

Concédenos la gracia

de cuidar de la vida en Cristo
y cólmanos de tu compasión
para derramarla sobre las personas
que nos han sido confiadas.

Te suplicamos,
con el corazón de los apóstoles

Pedro y Pablo,
nos concedas la valentía
de una verdadera conversión pastoral.
 

Fortalece nuestro ser comunidad en misión,
que camina en comunión
hacia el 8° Capítulo General.

María, Madre del Buen Pastor,
obtennos fidelidad creativa a nuestra vocación en la Iglesia,
sobre el ejemplo del Beato Santiago Alberione,
nuestro Fundador. Amen.

 

Para acompañar el camino del 8°CG

 

“También les aseguro

que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo,

mi Padre que está en el cielo se lo concederá.

Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre,

yo estoy presente en medio de ellos”

 (Mt 18, 19-20)

 

Confiadas en esta Palabra de Jesús queremos acompañar el camino del 8° Capítulo General, con una oración unánime para vivir con fe y jubilosa apertura al Espíritu Santo este evento eclesial.

 

Miércoles 29 de junio

  Juntas en la búsqueda de la voluntad de Dios 

 

Invocación al Espíritu Santo

 

Del Evangelio según San Juan (15, 1-11)

«Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié. Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos. Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.»

 

De la Regla de Vida 130

El Capítulo general

es el principal signo de unidad

expresión de colegialidad

y suprema autoridad temporal

de toda la Congregación.

Se considera como un tiempo privilegiado

de reflexión, de evaluación

y de búsqueda de la voluntad de Dios

acerca de la Congregación.

Tiene la función de tutelar

el patrimonio de la Congregación,

de profundizar el carisma,

promoviendo la adecuada renovación;

tratar los problemas generales de la Congregación,

emanar deliberaciones y normas,

elegir a la superiora general y a las consejeras.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

Invoquemos la luz del Espíritu Santo, su virtud y su gracia, para que todo nuestro interior sea colmado por el Espíritu Santo: mente, voluntad y corazón. Cuando el Espíritu Santo colmó a los apóstoles, los hizo sabios con la sabiduría de Dios, los iluminó y fortaleció su espíritu (PrP IV 949, p. 34)

Ignorantes en todo, pero anhelando estar a los pies de Jesús: enséñame bondad, disciplina, santidad. [...] Pensemos que sólo Jesús puede hacernos dóciles: ¡convenzámonos de tener poca virtud, poca! Hagamos propósitos firmes. Convenzámonos que no tenemos tanta salud; ¡mañana nos llega un microbio, y ya no existimos! Convenzámonos que nosotros somos pobres y Jesús es rico. ¿Sabes qué es realmente tuyo? El pecado; allí Dios no tiene nada que ver. No es nuestro el espíritu bueno, la vocación, los sacramentos, los dones del Espíritu Santo; Jesús nos los ha dado. (PrP III, 1941, pp. 56-57)

 
 

Jueves 30 de junio

  A la escuela del Pastor Camino, Verdad y Vida

 

Invocación al Espíritu Santo

 

Del Evangelio según San Juan (14, 1-7)

«No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. 4 Ya conocen el camino del lugar adonde voy". Tomás le dijo: "Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?". Jesús le respondió: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto”.»

   

De la Regla de Vida 7

Centro de nuestra vida

es la persona de Jesús Buen Pastor.

El es amado y vivido por nosotras

como Camino, Verdad y Vida,

plenitud de revelación y de salvación,

reconciliación de todo el universo

tal como lo predicó y vivió

el apóstol Pablo.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

¡Si ustedes conocieran de verdad su vocación, serían más alegres que aquel ruiseñor que canta entre las ramas! [...] Entre las religiosas de vida mixta, aquellas que participan más íntimamente de la misión de Jesús salvador, redentor, buen Pastor, son ustedes. Ustedes no imitan una parte de la vida de Jesús, sino toda su vida, que es el Camino, la Verdad, la Vida. Son las Hermanas que más que todas las demás, imitan la vida pública del Salvador, o mejor aún, sienten más que todas el compartir su ministerio de Salvador. (So, 1942, p. 24).

 
 

Viernes 1 de julio

  Acompañadas por María Madre del Buen Pastor

 

Invocación al Espíritu Santo

 

Del Evangelio según San Juan (19, 25-27)

«Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: "Mujer, aquí tienes a tu hijo". Luego dijo al discípulo: "Aquí tienes a tu madre". Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.»

 

De la Regla de Vida 8

A ejemplo de María,

Madre del buen Pastor,

que se ofreció con humilde disponibilidad

para el plan de salvación,

vivimos nuestra cooperación

en el ministerio pastoral de Cristo

haciéndonos madres y hermanas

de todos aquellos que forman el pueblo de Dios.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

La Virgen fue corredentora; ella compartió con Jesús las penas, las pequeñas y grandes dificultades, las vigilias y las fatigas de los treinta años en Nazaret, donde Jesús en el silencio, trabajó por la salvación del mundo. Luego Nazaret, Cafarnaúm, Jerusalén y muchos otros lugares visitados en los tres años de vida pública. María no compartió con Él la vida como en Nazaret, sino que lo siguió con las piadosas mujeres, escuchaba la Palabra divina, y facilitaba su divulgación entre la gente humilde de Galilea. [...] (So, 1942, p. 25)

La primera cooperadora del ministerio pastoral de Jesús fue la Virgen. Si Jesús predicaba el Evangelio, María lo vivía día tras día. Ella la primera verdadera Pastorcita: inició su misión en el Calvario donde asumió el último deseo de su Hijo, de ser la Madre de todos los hombres. Fue con los apóstoles al Cenáculo, los animó a la fidelidad y a la perseverancia, a la oración. Llevó en sus brazos la Iglesia naciente, conduciendo a todos a Jesús como verdadera Pastorcita.

A ustedes se les ha concedido el gran privilegio de seguir el ejemplo de María: el de ser Pastorcitas. Como ella, permanezcan en Jesús y tendrán la gracia y la fuerza de ser fieles a su vocación. (So, 1948, p.78)

 
 

Sábado 2 de julio

  Juntas en la búsqueda de la voluntad de Dios

 

Invocación al Espíritu Santo

 

De la Primera Carta de San Pedro (5, 2-3)

«Apacienten el rebaño de Dios, que les ha sido confiado; velen por él, no forzada, sino espontáneamente, como lo quiere Dios; no por un interés mezquino, sino con abnegación; no pretendiendo dominar a los que les han sido encomendados, sino siendo de corazón ejemplo para el rebaño.»

 

De la Regla de Vida 9

Para nuestra misión

nos inspiramos en los apóstoles Pedro y Pablo:

del pastor de la Iglesia universal

aprendemos a servir a la grey de Dios

con gratuidad y gozo

en la fidelidad a Cristo y a la Iglesia;

del apóstol de las gentes

la necesaria valentía de la búsqueda

para formas cada vez más idóneas de  pastoral.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

Consideremos los dos Apóstoles Pedro y Pablo como los mayores pastores de la Iglesia y modelos de todo pastor y de toda Pastorcita. [...] Pedro y Pablo sufrieron muchísimo por su fe y los dos derramaron su sangre por Jesús. [...]

Estos dos santos son inseparables, son los dos más grandes Apóstoles, los pastores que amaron las almas hasta el heroísmo, porque por ellas dieron la vida, derramaron su sangre. ¡He aquí trazada la vida de la Pastorcita! Un amor al sacrificio que se concretiza en la vida. No con el martirio de sangre, sino con el martirio cotidiano del deber bien cumplido, en los sacrificios de cada día, en la dedicación a las obras con recta intención por amor a Jesús Buen Pastor. ¿Cuánto bien harán a las almas en las parroquias? ¿Cuánto será abundante su apostolado? Harán mayor bien cuanto más profundo y amplio sea el trabajo sobre su alma, cuanto más haya en ustedes vida interior. (PrP I, 1955, pp. 20.22)

 
 

Domingo 3 de julio

  En constante discernimiento

 

Invocación al Espíritu Santo

 

De la Carta de San Pablo a los Romanos  (12, 1-2)

«Hermanos, yo los exhorto por la misericordia de Dios a ofrecerse ustedes mismos como una víctima viva, santa y agradable a Dios: este es el culto espiritual que deben ofrecer. No tomen como modelo a este mundo. Por el contrario, transfórmense interiormente renovando su mentalidad, a fin de que puedan discernir cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, lo que le agrada, lo perfecto.»

 

De la Regla de Vida 28

Todos los días,

personal y comunitariamente,

escuchamos y contemplamos la Palabra,

para aprender a discernir las llamadas de Dios

y los signos de los tiempos,

sobre el ejemplo de Jesús que a menudo se retiraba

a orar en soledad.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

Abrirse a la pastoral como es hoy. Pienso, y cuántas veces en la Misa lo repito y lo digo, y después de la Misa pido que tengan el espíritu actual para el mundo actual y en todas las partes del mundo. Y que la pastoral se aplique por doquier. Ustedes tienen una parte de pastoral, la que acompaña a los obispos, acompaña al Papa y acompaña a los párrocos. Pero también aquí es necesario conocer un poco de todo. (AAP 1965, 448)

No podemos quedarnos en el pasado, lo importante es lo sustancial. La sustancia es la de llevar las almas a Dios según la fe, la esperanza y la caridad. Pero es necesario decir que fe, esperanza y caridad deben penetrar en las almas según los tiempos actuales, las dificultades, los medios que existen, las personas que pueden trabajar, el clero, la Iglesia en general, sí. Por lo tanto la vida de la Iglesia en el mundo actual.  (AAP 1965, 684)

 
 

Lunes 4 de julio

  La consagración pastoral vivida en comunión

 

Invocación al Espíritu Santo

 

Del Evangelio según San Juan (15, 12-17)

«Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.»

 

De la Regla de Vida 17

Por gracia del Señor Jesús

nos es dado vivir la consagración pastoral

en la comunión de vida

para ser signo visible

de que todos los hombres están llamados a la fraternidad

y a la reconciliación en Cristo.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

¡Si son unidas de mente y corazón, ustedes superarán las dificultades, de lo contrario no podrán! Piensen, que ustedes serán las que encenderán en las que vendrán el fuego ardiente del amor de Dios. ¡Ayúdense con alegría! ¡Resuelvan juntas las dificultades, sépanse decir una palabra de gozo, de ánimo, de esperanza, que tanto ayuda y santifica! (So, 1942, p. 35)

 
 

Martes 5 de julio

  En contemplación de las obras que Dios
ha realizado con nosotras

 

Invocación al Espíritu Santo

 

De la Carta de San Pablo a los Colosenses (1, 3-6)

«Damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, orando sin cesar por ustedes, desde que nos hemos enterado de la fe que tienen en Cristo Jesús y del amor que demuestran a todos los santos, a causa de la esperanza que les está reservada en el cielo. Ustedes oyeron anunciar esta esperanza por medio de la Palabra de la verdad, de la Buena Noticia que han recibido y que se extiende y fructifica en el mundo entero. Eso mismo sucede entre ustedes, desde que oyeron y comprendieron la gracia de Dios en toda su verdad.»

 

De la Regla de Vida  134

El Capítulo general lo preside la superiora general

o, en ausencia suya, la vicaria.

La celebración se desarrolla según las normas

del Derecho Universal,

de la Regla di Vida y del Directorio.

En uno de los actos preliminares,

la superiora general presenta

la situación de toda la Congregación

en lo concerniente a las personas,

a la vida espiritual y apostólica,

a la formación y a la economía.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

Es útil que se intercambien las noticias y hagan viva la comunicación. El cuerpo tiene sólo una sangre que circula; aquí está la Casa Madre, que es el corazón. La sangre debe circular en todos los miembros y en todas las personas. Sentir la Congregación significa gozar de los progresos, ayudarse en las preocupaciones, ver todas las necesidades; no ser egoístas, prodigarse por el bien común. (PrP VII, 1954, p. 126)

 
 

Miércoles 6 de julio

  Cuidar el rebaño con el corazón del Pastor

 

Invocación al Espíritu Santo

 

Del Evangelio según San Juan (10, 11-18)

“Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas. El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa. Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas. Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí -como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre- y doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor. El Padre me ama porque yo doy mi vida para recobrarla. Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de recobrarla: este es el mandato que recibí de mi Padre”.

 

De la Regla de Vida 91

La unidad de nuestra Congregación

se funda en el amor a Jesús Buen Pastor

que nos une en una nueva familia

y en la fidelidad de cada una de nosotras

al carisma pastoral,

según la diversidad de los dones personales.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

Es tan bello estudiar el trozo evangélico donde Jesús recoge su enseñanza sobre las funciones del pastor. Lo haremos considerando las palabras del texto evangélico. [...] Para hacernos entender su ministerio apostólico en medio del mundo, Él se vale de esta graciosa parábola. Jesús es el pastor de las almas. Las almas son suyas y bajo tantos títulos: Él es el Creador, y el Providente conservador; Él las ha rescatado de la esclavitud del pecado derramando como precio su preciosa sangre. Existe una íntima relación entre el buen Pastor Jesús y las almas. Los sacerdotes tienen aquí un punto de semejanza con el divino pastor; también ellos generan las almas a la gracia y las alimentan con los sacramentos, preocupándose de cada una de ellas como de hijos queridísimos. Las Pastorcitas hacen con el sacerdote pastor una única misión: tienen las mismas premuras, el mismo fin, los mismos medios. [...]

Jesús es el verdadero Pastor, pero no se ha dado a sí mismo el título de Pastor, se lo ha confiado su Padre celestial: «hoc mandatum accepi a Patre meo». El profeta Ezequiel nos recuerda las palabras del mandato: «suscitabo super eas Pastorem unum, qui pascat eas». Así deberá ser también para nosotros. Dios, solamente Dios, llama al sacerdocio y a la vida religiosa de Pastorcitas: «non vos me eligistis, sed ego eligi vos».

La primera cualidad del buen pastor y de las Pastorcitas es la de conocer las ovejas y hacerse conocer por ellas. Esta será la prueba de su interés, esta será la condición para que las ovejas no teman su presencia. Esta cualidad la encontramos perfectamente en Jesús: «cognosco meas». Y es de hacer notar que las conoce una por una; a todas ha dado el propio nombre y por nombre las llama.

También el pastor y la Pastorcita deben conocer el pueblo con el cual trabajan. No se trata de conocer los cuerpos que se ven, sino las almas. Debemos hacernos conocer con el catecismo, con el ministerio de la Palabra, que nos ha confiado el Maestro.

Otra preciosa enseñanza de Jesús es ésta: debemos preceder nuestras ovejas con el buen ejemplo. No debemos comportarnos como los sacerdotes de la ley antigua de los cuales el mismo Jesús dice: «omnia quaecumque dixerint vobis servate et facite secundum opera vero illorum nolite facere».

Las ovejas son asediadas por los ladrones y por los lobos. Los ladrones quisieran sacarlas del redil y los lobos quieran destrozarlas. Nos toca a nosotros defender el rebaño con valor y sacrificio. El buen pastor y la verdadera Pastorcita exponen su vida y la sacrifican por la salvación del rebaño: «bonus pastor animan suam dat pro ovibus suis».

Jesús insiste en la gran prueba de amor que él ha dado a sus ovejas; nadie se ha encontrado en su condición, es decir, de ser dueño de la vida y de sacrificarla queriéndola sacrificar.

Para realizar nuestro deber apostólico, debemos saber llegar hasta el extremo, aceptando la muerte cuando los enemigos de las ovejas y del Pastor divino nos la impusieran.

Hay otro peligro para las ovejas: que alguna se pierda. Mientras se encuentra comiendo, siguiendo sus instintos, yendo en búsqueda de pasto más abundante y fresco, se aleja del rebaño; y allí de salto en salto, de barranco en barranco, va a terminar en lo profundo del valle. El buen pastor apenas se da cuenta, deja las otras seguras en el redil y va hasta el abismo para encontrarla: «vadit ad illam, quae perierat, donec inveniat eam». Y cuando la encuentra no desahoga contra ella su contrariedad, no la empuja hacia arriba por el desfiladero de la montaña a golpes de bastón, sino que la pone amorosamente sobre sus espaldas y la lleva de nuevo contento al redil.

Debe ser una virtud propia de los sacerdotes el cultivar el amor por los pecadores y buscar la forma de llevarlos nuevamente por el camino del paraíso. Con igual corazón y amor lo deben hacer también las Pastorcitas, según su excelsa vocación.

Desafortunadamente estas ovejas desbandadas y errantes no es solamente una, sino miles y miles; sintamos vivo el anhelo de Jesús: «et vocem meam audient: et fiet unum ovile at unus pastor». He aquí la tarea confiada al pastor y a la Pastorcita. Cuánto mayor sea el celo se realizará más rápido este magnífico ideal del único rebaño. Por esto Jesús ha orado en la tierra y continua haciéndolo en el cielo: «ut omnes sint unum»; y pone a disposición de todos sus tesoros de verdad, de gracia, de misericordia.

Las Pastorcitas son almas que han penetrado la doctrina de Jesús, que han adquirido la caridad de Jesús, que viven unidas a Jesús y son todas de Él; que se dividen en pequeños grupos, se establecen en una parroquia, donde consideran las almas como propias, por adopción; se sienten unidas a ellas por la vida, la muerte, la eternidad, en una única aspiración de salvarlas a todas. Colaboran en cuanto al apostolado con el párroco para instruir y custodiar; para destruir el mal y poner el bien, para convertir y santificar; llevar a la vida cristiana y a la buena muerte, con el programa del párroco y del amor; morir cada día para salvar cada día. Ellas serán las hermanas, las madres, las maestras, las catequistas, las consoladoras de cada dolor, un rayo de luz y de sol benéfico y continuo en la parroquia. (So, 1947, pp. 56-60)

 
 

Jueves 7 de julio

  “Sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas

que no tienen pastor

 

Invocación al Espíritu Santo

 

Del Evangelio según San Marcos (6, 30-44)

«Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. El les dijo: "Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco". Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer. Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto. Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos. Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato. Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: "Este es un lugar desierto, y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vaya a las poblaciones cercanas a comprar algo para comer".  El respondió: "Denles de comer ustedes mismos". Ellos le dijeron: "Habría que comprar pan por valor de doscientos denarios para dar de comer a todos". Jesús preguntó: "¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver". Después de averiguarlo, dijeron: "Cinco panes y dos pescados". El les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde, y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta. Entonces él tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente. Todos comieron hasta saciarse, y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado. Los que comieron eran cinco mil hombres

 

De la Regla de Vida 14

Apremiadas por la compasión de Cristo Pastor

hacia las multitudes maltrechas y desorientadas,

nos dirigimos con particular cuidado

a quienes todavía no creen o están alejados de El,

«a las ovejas dispersas, a los cimientos de la sociedad,

a los corazones y a las almas sedientas de verdad,

de bien y de paz».

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

¡Tengan por los pobres, los enfermos y los difuntos el corazón de Jesús! ¡Denle una mano a Jesús ayudándolo a llegar a todos, todos! Pongan en las manos de Jesús y de la Divina Pastora, tantos, tantos sufragios. Si tienen un corazón compasivo por los infelices, primero que todo cuiden de estas queridas almas. Por lo demás también nosotros estamos asomándonos a las puertas de la eternidad. (PrP III, 1948, p. 147)

Un solo corazón con el de Jesús, conformado al corazón de Jesús. Sí. Misereor super turbas [Mc 8,2], Jesús ha dicho: siento compasión de esta gente, porque si los mando así a casa, desfallecerán en el camino. Dios no nos manda sin alimento, porque tenemos el alimento de la Palabra de Dios y está la Hostia: "Yo soy el pan de la vida " [Jn 6,35]. Y quien no tiene la Palabra de Dios, y no se nutre con el pan eucarístico, caerá por el camino de la vida. ¡Caerá! Es necesario que vayan siempre a las predicaciones; catequesis por hacer: ¡todos! Y que lleguen hasta la comunión; es decir que a través del confesionario se acerquen a la comunión. (AAP 1963, 196)

 
 

Viernes 8 de julio

  Escuchando el grito de la humanidad de hoy

 

Invocación al Espíritu Santo

 

Del Libro del Éxodo (3, 7-12)

«El Señor dijo: "Yo he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí, conozco muy bien sus sufrimientos. Por eso he bajado a librarlo del poder de los egipcios y a hacerlo subir, desde aquel país, a una tierra fértil y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, los hititas, los amorreos, los perizitas, los jivitas y los jebuseos. El clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto cómo son oprimidos por los egipcios. ora ve, yo te envío al Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas". Pero Moisés dijo a Dios: "¿Quién soy yo para presentarme ante el Faraón y hacer salir de Egipto a los israelitas?". "Yo estaré contigo, le dijo Dios, y esta es la señal de que soy yo el que te envía: después que hagas salir de Egipto al pueblo, ustedes darán culto a Dios en esta montaña ".»

 

De la Regla de Vida 15

Al animar a la Iglesia local

en la fe y en la caridad

ponemos profunda atención y respeto

a la cultura y a la situación histórica

del pueblo junto al que caminamos,

con una acción avalada por la intuición,

la entrega y la alegría.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

Unan su alma a las almas. Y tendrán una gran fortuna. El apostolado de ustedes por las obras parroquiales las lleva a contacto directo con las almas. ¡A contacto directo!

Ustedes sentirán casi los latidos de los corazones y las necesidades, las voces que tal vez no se dejan escuchar, pero que ustedes comprenden, entienden, con su sensum Christi. Las necesidades de las almas: ¡la vida eterna, la paz sobre esta tierra! (AAP 1960, 137-138)

 
 

Sábado 9 de julio

  Con fidelidad creativa

 

Invocación al Espíritu Santo

 

Del Evangelio según San Mateo (5, 13-16)

«Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.»

 

De la Regla de Vida 16

Fieles a la herencia del P. Alberione,

en nuestra misión pastoral

estamos atentas a los signos de los tiempos

y valorizamos los medios de la comunicación social 

condividiendo el espíritu de la Familia Paulina.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

Las Pastorcitas en su apostolado instruyen las almas (fieles e infieles) en la verdad, en la vida cristiana y en los medios de gracia. Usan la palabra, la imprenta y los otros medios modernos. Ellas no realizan el apostolado de la imprenta, sino el apostolado pastoral, cumpliendo obras de instrucción, de formación, de santificación. Entre los medios de instrucción, la palabra viva está en primer lugar; la palabra impresa en segundo lugar. Adopten la palabra impresa, es una gran ventaja y deber importante. (Doc 261a)

 
 

Domingo 10 de julio

  En la edificación recíproca

 

Invocación al Espíritu Santo

 

De la Carta de San Pablo a los Efesios (4, 15-16)

«Por el contrario, viviendo en la verdad y en el amor, crezcamos plenamente, unidos a Cristo. El es la Cabeza, y de él, todo el Cuerpo recibe unidad y cohesión, gracias a los ligamentos que lo vivifican y a la acción armoniosa de todos los miembros. Así el Cuerpo crece y se edifica en el amor.»

 

De la Regla de Vida 20

Ponemos en común, a servicio de la misión,

los dones personales de naturaleza, de gracia y de cultura,

y juntas colaboramos en la búsqueda

de un proyecto comunitario y apostólico.

En la actuación del cual nos sentimos

todas y cada una responsables

y dispuestas a una generosa ayuda recíproca.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

La caridad tiene otro aspecto: amor al prójimo. El prójimo que está más cerca y que debemos amar, son nuestras Hermanas de la comunidad religiosa. 

Vivir juntas exige continua abnegación, una continua adaptación, una continua disposición a las necesidades de las demás. Cada cosa que hacemos en la comunidad es un ejercicio de caridad, porque se convierte en beneficio para todas (So, 1947, p. 62).

Vayan al apostolado con la preparación del espíritu y de las obras. Ayúdense entre ustedes y corríjanse mutuamente. Aprendan de todo y de todos; y aprendan a hacer todo. (PrP IV, 1949, p. 221).

 
 

Lunes 11 de julio

 A la escucha del Espíritu

 

Invocación al Espíritu Santo

 

De la Carta de San Pablo a los Gálatas (5, 16–26)

«Yo los exhorto a que se dejen conducir por el Espíritu de Dios, y así no serán arrastrados por los deseos de la carne. Porque la carne desea contra el espíritu y el espíritu contra la carne. Ambos luchan entre sí, y por eso, ustedes no pueden hacer todo el bien que quieren. Pero si están animados por el Espíritu, ya no están sometidos a la Ley. Se sabe muy bien cuáles son las obras de la carne: fornicación, impureza y libertinaje, idolatría y superstición, enemistades y peleas, rivalidades y violencias, ambiciones y discordias, sectarismos, disensiones y envidias, ebriedades y orgías, y todos los excesos de esta naturaleza. Les vuelvo a repetir que los que hacen estas cosas no poseerán el Reino de Dios. Por el contrario, el fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre y temperancia. Frente a estas cosas, la Ley está de más, porque los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y sus malos deseos. Si vivimos animados por el Espíritu, dejémonos conducir también por él. No busquemos la vanagloria, provocándonos los unos a los otros y envidiándonos mutuamente.»

 

De la Regla de Vida 135

La fase de las elecciones del gobierno general ha de vivirse

en clima de discernimiento y de oración

tales que permitan escoger personas idóneas

para la guía del Instituto.

Las elecciones se hacen siempre con escrutinio secreto.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

Un Instituto también es una sociedad, con un gobierno y un fin común. Jesús es el autor y el fundamento del estado religioso y de los Institutos religiosos (PrP III, 1948, p. 134).

Quien guía tiene necesidad de hacer tantos exámenes de conciencia y mucha oración para basarse sobre Cristo, la piedra angular. El gobierno de los Institutos es participación al poder de gobierno que tiene el Papa. Un pequeño Instituto es una humilde porción del rebaño de Jesucristo. El Instituto está más seguro de su estabilidad cuanto más todas las piedras se cimienten en la piedra fundamental. Esta piedra es Cristo. (PrP III, 1947, p. 115)

 
 

Martes 12 de julio

 Signo de unidad y comunión

 

Invocación al Espíritu Santo

 

Del Evangelio según San Lucas (Lc 22, 25-32)

«Jesús les dijo: "Los reyes de las naciones dominan sobre ellas, y los que ejercen el poder sobre el pueblo se hacen llamar bienhechores. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que es más grande, que se comporte como el menor, y el que gobierna, como un servidor. Porque, ¿quién es más grande, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es acaso el que está a la mesa? Y sin embargo, yo estoy entre ustedes como el que sirve. Ustedes son los que han permanecido siempre conmigo en medio de mis pruebas. Por eso yo les confiero la realeza, como mi Padre me la confirió a mí. Y en mi Reino, ustedes comerán y beberán en mi mesa, y se sentarán sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido poder para zarandearlos como el trigo, pero yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, después que hayas vuelto, confirma a tus hermanos".»

 

De la Regla de Vida 120

La superiora general

como vínculo visible

de unidad de la Congregación,

guía a ésta con viva solicitud

para que cumpla con empeño dinámico

la misión que el Señor le ha confiado.

Está atenta a las urgencias pastorales de la Iglesia,

siendo sensibles a los signos de los tiempos,

capaz de obrar en comunión

con las responsables de vario grado.

Representa oficialmente la Congregación

ante la Iglesia.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

La superiora tiene necesidad de mayores gracias, porque tiene empeños más difíciles. Si se equivoca una Hermana se puede remediar, pero si se equivoca la superiora es peor. Después, las otras hacen como hacemos nosotros. (PrP VIII, 1957, p. 212). El primer modo de gobernar es el ejemplo; se debe poder decir: «Hagan yo como he hecho ». Distinguirse en la caridad. Es necesario que la superioridad provenga de la superioridad en la piedad, en el saber, en la observancia del celo por el apostolado; que no sea algo impuesto sino que confirme lo que ya existe. Si quien es superiora no trabaja más que las otras, no es más superiora. (PrP VII, 1954, p. 123)

 
 

Miércoles 13 de julio

 Para animar juntas los dones de cada una

 

Invocación al Espíritu Santo

 

Del Evangelio según San Juan (17, 6-11.20-26)

«Manifesté tu Nombre a los que separaste del mundo para confiármelos. Eran tuyos y me los diste, y ellos fueron fieles a tu palabra. Ahora saben que todo lo que me has dado viene de ti, porque les comuniqué las palabras que tú me diste: ellos han reconocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío, y en ellos he sido glorificado. Ya no estoy más en el mundo, pero ellos están en él; y yo vuelvo a ti. Padre santo, cuida en tu Nombre a aquellos que me diste, para que sean uno, como nosotros. [...]No ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí. Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno -yo en ellos y tú en mí- para que sean perfectamente uno y el mundo conozca que tú me has enviado, y que yo los amé cómo tú me amaste. Padre, quiero que los que tú me diste estén conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado, porque ya me amabas antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te conocí, y ellos reconocieron que tú me enviaste. Les di a conocer tu Nombre, y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me amaste esté en ellos, y yo también esté en ellos.»

 

De la Regla de Vida 123

Las consejeras generales participan

al gobierno de la Congregación.

Con la superiora general

forman una comunión de vida

teniendo como cometido el animar y coordinar

los dones de cada hermana

en la unidad y la pluralidad,

ser garantes de la fidelidad al carisma pastoral

y su actuación,

expresar y hacer síntesis 

de las sensibilidades e instancias de todas

frente a los signos de los tiempos

y a las orientaciones eclesiales y sociales,

y coordinar los servicios auxiliares

de organización,

información y administración.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

La obediencia encuentra enemigos internos: el orgullo... casi que... «¡Nosotras también sabemos lo que hay que hacer! El que uno sea superior no quiere decir que tenga el monopolio de la verdad» - se piensa algunas veces. También se encuentra dificultad en esto: en el tener que obedecer a una persona más joven. [...] Obedezcan a quien está por encima de ustedes y sométanse para que su oficio de guiar sea realizado en paz, no gimiendo, no soportando, no teniendo que ocultar demasiadas lágrimas por respeto a quien resiste; resistiendo a los superiores, se resiste a Dios. [...] Si queremos se escuchados sepamos ser obedientes. (AAP 1957, 509)

En estos días pedir la luz del Espíritu Santo para que en nuestras casas florezca la santidad, el amor de Dios. ¡Oh! Como quisiera que todas fueran unidas, quisiera que todos pudiéramos repetir la oración de Jesús con su mismo deseo y amor: que todos sean uno, «como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros» (Jn 17, 21). Quiera el Señor que esta caridad, este espíritu de unión, progrese. (AAP 1967, 479)

 
 

Jueves 14 de julio

 Reconocemos las mediaciones de Dios

 

Invocación al Espíritu Santo

 

De la Carta de San Pablo a los Romanos (13, 1)

«Todos deben someterse a las autoridades constituidas, porque no hay autoridad que no provenga de Dios y las que existen han sido establecidas por él.»

 

De la Regla de Vida 52

Reconocemos las mediaciones específicas

de la voluntad de Dios:

el magisterio de la Iglesia

y en particular el del Papa

a quien obedecemos en fuerza también del voto,

las leyes canónicas, la Regla de Vida, el Directorio,

las deliberaciones del capítulo general y las superioras.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

Sean todas unidas, la unión es el gran bien de la Congregación, unión de pensamiento, de corazón y de obras, porque cada una de las casas sigue a la Casa Madre y la Casa Madre está en unión con la Santa Sede. (PrP VII, 1954, p. 122)

Ahora, en este sentido, nosotros tenemos un empeño. Un empeño, ¿cómo? ¡Todas unidas! El Instituto es como una persona. Sí, es como una persona, unida. Por lo tanto acoger todos los principios y todas las enseñanzas que se dan y seguirlos. Y seguirlos. (AAP 1967, 479)

 
 

Viernes 15 de julio

 Hacia la misión con los mismos sentimientos de Cristo

 

Invocación al Espíritu Santo

 

De la Carta de San Pablo a los Filipenses (2, 5-11)

«Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jesús.

El, que era de condición divina,

no consideró esta igualdad con Dios

como algo que debía guardar celosamente:

al contrario, se anonadó a sí mismo,

tomando la condición de servidor

y haciéndose semejante a los hombres.

Y presentándose con aspecto humano,

se humilló hasta aceptar por obediencia

la muerte y muerte de cruz.

Por eso, Dios lo exaltó

y le dio el Nombre

que está sobre todo nombre,

para que al nombre de Jesús,

se doble toda rodilla en el cielo,

en la tierra y en los abismos,

y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre:

“Jesucristo es el Señor”.»

 

De la Regla de Vida 49

A imitación de Cristo Pastor

obediente hasta la muerte de cruz,

ponemos toda nuestra vida

a servicio del proyecto salvífico del Padre

cumpliendo la misión pastoral.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

Nuestro trabajo espiritual es el de evitar los sentimientos no buenos y en cambio, poner los sentimientos de Jesús. Jesús encendido totalmente de amor al Padre y encendido de amor por las almas. Para realizar la voluntad del Padre se hizo hombre y llevó una vida de sacrificio; toda la vida de Jesucristo fue cruz y martirio, y por amor a los hombres no ahorró nada, ni siquiera las últimas gotas de su sangre, que con la lanza salieron de su costado sacrosanto. Cultivar el amor a Dios y a las almas. (AAP 1959, 279)

Tener caridad: que Jesús viva en nosotros, en nuestros pensamientos, en nuestros deseos, en nuestros sentimientos, en nuestras actividades. Tenemos así la vida en Cristo: «Vivit in me Christus» (Gal 2,20). Como reflejo se deriva el amor al prójimo. (PrP IX, 1969, p. 85)

 
 

Sábado 16 de julio

 En Cristo a disposición de su Reino

 

Invocación al Espíritu Santo

 

Del Libro de los Salmos (Sal 149, 1-4)

«¡Aleluya!

Canten al Señor un canto nuevo,

resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;

que Israel se alegre por su Creador

y los hijos de Sión se regocijen por su Rey.

Celebran su Nombre con danzas,

cántenle con el tambor y la cítara,

porque el Señor tiene predilección por su pueblo

y corona con el triunfo a los humildes.»

 

De la Regla de Vida 4

Nuestra vocación pastoral

está expresada en el nombre

con el que la Iglesia nos reconoce:

«Hermanas de Jesús Buen Pastor».

Tal nombre es para nosotras “memorial” de Cristo

muerto y resucitado

para reunir en un solo pueblo

a los hijos de Dios dispersos,

y «llamamiento» a vivir en comunión con El

a disposición de su Reino.

 

De la predicación del Beato Santiago Alberione

Es así glorioso su nombre de Hermanas de Jesús Buen Pastor, Hermanas Pastorcitas. No lo cambien nunca por otro término. Sé que lo entienden bien, lo aman y quieren seguir esta denominación, porque es un programa de vida. Es decir, Él es el Pastor y ustedes las Pastorcitas.

Pastorcitas por una parte como corderitos, y por la otra como devotas del Buen Pastor, imitadoras del Buen Pastor, colaboradoras del Buen Pastor. [...] Por lo tanto amar este título, pero no considerarlo como un bella expresión, sino considerarlo como un programa de vida terrena, de vida celestial. [...]

Y por lo demás, ¿qué se puede decir? Cuando se dice Pastorcitas

se dice todo un programa

se dice toda una luz

se dice todo un apoyo

se dice toda una vida

se dice toda una misión

se dice toda una gloria, y gloria eterna.

(AAP 1961, 122. 136. 139)